28 de marzo de 2024
El pasado 10 de enero de 2020 quedará en la memoria de la ciudadanía de la ciudad mexicana de Torreón, en el estado de Coahuila donde un niño, de apenas 11 años

Ventanas Rotas

¿Dónde jugarán los niños?

Guillermo Alberto Hidalgo Montes

El pasado 10 de enero de 2020 quedará en la memoria de la ciudadanía de la ciudad mexicana de Torreón, en el estado de Coahuila donde un niño, de apenas 11 años, mató a su maestra y luego se quitó la vida, no sin antes lesionar a seis personas (cinco niños y un maestro de educación física).

Las declaraciones de las autoridad no tardaron en transmitirse: “Un niño de 11 años “al parecer con un problema disfuncional”, ingresó al plantel educativo dos armas de fuego y fue quien asesinó a su maestra para posteriormente suicidarse”, confirmaba Jorge Zermeño Infante, alcalde de Torreón, Coahuila.

“Hay cuatro personas heridas, creo que son tres niños y un maestro que andaba en el patio”, informó.  

Tanto el Gobernador del Estado, Miguel Ángel Riquelme, así como el Fiscal  Estatal, el Dr. Gerardo Marquez Guevara sostuvieron minutos después, en una rueda de prensa de lo sucedido y que, debido a que el menor vestía ropa similar a la que usa el protagonista de un videojuego llamado Natural Selection, los videojuegos apuntaban a ser los responsables.

En este panorama no hay nada más irresponsable que lo que las autoridades locales hicieron, el señalar culpables antes de que se lleve a cabo una investigación juiciosa raya en un sinsentido.

El problema no son las armas, ni los video juegos, el hecho solo fue el resultado de un cúmulo de factores no identificados a tiempo ni en el entorno familiar, el personal (es decir, las amistades), ni en el escolar. ¿Cuáles son dichos factores? ¡Ah! pues eso es precisamente lo que hay que investigar.

El culpar a las armas de fuego es lo más fácil de hacer, sin embargo, en una situación límite el perpetrador pudo haber escogido otro instrumento para lograr su cometido. El culpar a los videojuego también, ya que, en muchos de ellos se ven escenas de violencia.

Desde 1994 que se fundó el sistema estadounidense para clasificar el contenido de los videojuegos, y asignarle una categoría dependiendo de su contenido, el Entertainment Software Rating Board  (ESRB por sus siglas en inglés) se han hecho docenas de investigaciones por parte de universidades y ONG´s en todo el mundo que han concluido de forma tajante que los videojuegos, no generan violencia y para ejemplificar lo mencionado, daremos un dato: Japón ocupó el puesto número 9 en el Índice Global de la Paz, liderado por Islandia. Este ranking enumera a los países más seguros del mundo y también a los más inseguros. Según los reportes de la oficina de la ONU sobre drogas  y crímenes (UNDOC), en ese mismo en suelo nipón se cometieron 0.28 homicidios por cada 100 mil habitantes.

Estas cifras indican que, aunque estos casos existen, son muy bajos con relación a otros países, como por ejemplo México. Usted dirá ¿Eso que tiene que ver? Pues imagínese que Japón y Corea del Sur, son los países que más consumen videojuegos, los índices de asesinatos con armas de fuego son más bajos que el resto. Estos países asiáticos son unos de los más seguros del mundo gracias a una combinación entre leyes rigurosas, políticas de prevención y un conjunto de actividades comunitarias y educativas.

Entonces ¿quiénes son los culpables? La verdad, es que todos lo somos en cierta medida, si leyó usted bien, toooooooooooooooooooooooooooodos. Lo más fácil del mundo es culpar a los que tenga que ver con la violencia y satanizarlo. Es tan infantil como el siguiente dato: al año mueren más personas en el mundo por accidentes donde automóviles se ven involucrados que por armas de fuego, entonces ¿Por qué no los han prohibido si son los instrumentos que causan las muertes?

La verdad es que, nos duela reconocerlo, hubo señales anteriores al hecho que, de ser identificadas y atendidas pudieron evitar esta tragedia, es importante la inclusión de personal con conocimientos en factores que generen violencia y delincuencia en puestos de prefectura dentro de las instituciones educativas para poder prevenir a tiempo estas desgracias, más importante aún, se necesitan padres responsables que asuman su rol, que entiendan de principios, valores y disciplina y que educar a los hijos no es ponerles una Tablet o un Smartphone para que se entretengan o no hagan un berrinche, para todo hay edad, lugar y momento solo así nos dejaremos de pregunta ¿Dónde jugarán los niños?.

 

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*El Mtro. Guillermo Alberto Hidalgo Montes, es especialista en seguridad pública y privada. Fue Director de la academia de las Fuerzas de Seguridad del Estado de Puebla y actualmente es Rector de la Universidad de Policía de la Ciudad de México.