23 de abril de 2024
El día 8 de Marzo miles de mujeres salieron a manifestar su inconformidad con la falta de competitividad de las autoridades para atender las desapariciones, feminicidios y violencia de género contra la mujer

Opinión | Por Sofía Arreola

El día 8 de Marzo miles de mujeres salieron a manifestar su inconformidad con la falta de competitividad de las autoridades para atender las desapariciones, feminicidios y violencia de género contra la mujer, así como la falta de conciencia por parte de la sociedad sobre los problemas que nos afectan día a día como mujeres.

¿De dónde surge esta necesidad y en que se basa? la necesidad de luchar en contra de un sistema que oprime a la mujer a surgido de muchas maneras durante diferentes épocas, primero comenzó con la lucha por una identidad legal y de ahí en adelante nos llevó a lo que hoy en día es, una búsqueda constante de liberar a la mujer y encontrar equidad, que no es lo mismo que la igualdad; todo esto se basa en la teoría feminista, que contrariamente a como muchas personas piensan, no es lo opuesto al machismo sino que es el movimiento que busca soluciones a este problema.

Ser mujer en México no es fácil, ya que hemos crecido con una cultura puramente machista en la que los estereotipos de género prevalecen hasta el día de hoy, donde muchas acciones por parte de un varón siempre son aplaudidas, pero cuando una mujer las lleva a cabo, son rigurosamente cuestionadas y juzgadas y muchas veces en torno a su vida sexual.

Muchas personas están en desacuerdo con las cosas que el feminismo y las marchas exigen ya que son tachadas de una búsqueda de “libertinaje” y “superioridad” ante el hombre, sin embargo desde mi punto de vista, el exigir mis derechos no debería ser visto de esa manera. Sé que existen muchísimas opiniones opositoras en torno a este tema, pero la mayoría se basan en el privilegio masculino o de clase, ya que ser mujer y de clase baja pueden aumentar las limitantes en la vida diaria porque además de ser oprimidas por el género, lo son por los factores económicos que las afectan diariamente y son problemas que incluso consideraría interrelacionados.

Ha pasado un año desde la manifestación del 8M2020 y definitivamente se realizaron muchos cambios en las leyes en todo latinoamerica, cambios necesarios para ir erradicando poco a poco el machismo y hacer justicia para las víctimas, algunos ejemplo en méxico son la ley ingrid, la ley olimpia, el registro público de agresores sexuales, la despenalización del aborto en múltiples estados; en argentina la ley brisa y la ley micaela; en colombia la tipificación del feminicidio de 20 a 40 años y la lista podría continuar.

Las mujeres mexicanas estamos en todo nuestro derecho de estar enojadas. En 2020 hubo más de 2 feminicidios por dia en promedio, según cifras del gobierno, 969 al terminar el año y 1 de cada 3 mujeres sufren violencia física o sexual sin mencionar que uno de los candidatos de morena “Félix salgado macedonio” fue acusado de múltiples delitos sexuales y cuando se cuestionó a nuestro presidente actual para romper el pacto, su respuesta fue “Entonces ya, como dicen algunos, ¿no? ‘Ya chole’…» lo cual nos dejó en claro la falta de seriedad y compromiso que nuestro gobierno tiene sobre estos temas.

¿Cómo se supone que nos sintamos seguras en un país que encubre abusadores? donde las autoridades no se preocupan por nuestra seguridad e incluso son parte del problema.

El machismo no es un problema social que afecte exclusivamente a las mujeres, afecta a todo el funcionamiento de la sociedad y para encontrar la libertad es necesario erradicar los papeles sexuales y tomar en cuenta que liberar a la mujer no se va a lograr si no somos responsables y cambiamos a la sociedad juntos. No existen mujeres libres en una sociedad de seres oprimidos.

No basta con la creación de leyes, que nos reconozcan jurídicamente, pues no equivale a que exista una verdadera equidad social práctica entre el hombre y la mujer. No debería ser necesario el tener que exigir nuestros derechos, porque eso son, derechos que el estado debería garantizarnos por sí mismos y si no son respetados, lo único que nos queda es hacer que los respeten.

Es lamentable saber que en este país se protegen más a los monumentos que a la vida de sus ciudadanas, que se reprochan los destrozos y pintas, pero no las actitudes machistas con las que vivimos dia con dia, los monumentos de este país perdieron su valor cuando los valores que representaban dejaron de existir. Así que no, las mujeres no están locas, están hartas y

Esperamos que todos empiecen a abrir los ojos para que vean que como dice una frase muy conocida “no somos histéricas, somos históricas”.