29 de marzo de 2024
Un estudio de la consultora Gartner estima que el 48% de los empleados continuarán trabajando de forma remota una vez superada la pandemia. Especialmente se espera que perduren estructuras de trabajo híbridas que combinen modalidad presencial y online.

Tijuana BC 26 de mayo de 2021.-El cambio social provocado por el COVID-19 revolucionó el funcionamiento de las instituciones y gestó un “nuevo paradigma laboral”. Esta crisis hizo que muchos procesos de transformación digital fueran necesarios y urgentes. Antes, las compañías ofrecían opciones de teletrabajo como un beneficio o compensación. Actualmente, se volvió una necesidad para seguir operativas en medio de las restricciones.

Con una enorme cantidad de profesionales que cambiaron de la noche a la mañana de un modelo de trabajo de oficina a otro desarrollado exclusivamente en casa, las empresas han debido adaptarse y migrar sus procesos a lo virtual, disponer canales de comunicación digital y crear u optimizar su sitio web a través de proveedores de hosting.

Un estudio de la consultora Gartner estima que el 48% de los empleados continuarán trabajando de forma remota una vez superada la pandemia. Especialmente se espera que perduren estructuras de trabajo híbridas que combinen modalidad presencial y online.

La investigación “Estado del Trabajo Remoto en América Latina 2020”, realizada por Rankmi, reveló que casi dos tercios de las empresas de la región no contaban con un plan de teletrabajo previo a la crisis (74%). Sin embargo, el 90% de las empresas encuestadas afirmó poseer la tecnología suficiente para que sus equipos puedan trabajar de forma remota. Esto incluye tanto los dispositivos -computadoras, smartphones- como softwares específicos para comunicarse, planificar y trabajar de manera colaborativa.

Más allá de esto, alcanzar el 100% de la operatividad remota es algo que no se logra sólo con dispositivos y conectividad. Requiere inversión en capacitación, formación y estrategias que aseguren una experiencia positiva. En este sentido, el 62% de los encuestados respondió que efectivamente cuentan con planes de capacitación en habilidades estratégicas.

Solamente el 22% de las empresas de Latinoamérica se encuentran trabajando de manera totalmente remota. No obstante, apenas el 1% de los encuestados declaró no realizar ninguna actividad de forma virtual, es decir que casi todas las empresas aplican el home office al menos de forma parcial.

Si bien según CEPAL fueron los grandes negocios los primeros en aplicar la modalidad virtual con la irrupción de la pandemia, las empresas pequeñas -de menos de 500 empleados- son las que más implementan el teletrabajo de forma total (35%). Dentro de estas, las empresas de tecnología son las que pudieron adaptarse con mayor facilidad a este cambio, con más de un 71% de efectividad en la migración al teletrabajo, seguidas por las empresas de telecomunicaciones (43%).

El trabajo remoto ofrece múltiples beneficios: brinda la posibilidad de organizar mejor la rutina diaria, optimiza los tiempos y permite una mayor productividad. Pese a esto, de forma controversial, tales beneficios pueden convertirse en obstáculos para aquellas personas que no logran equilibrar la vida personal y la carga laboral en el hogar, experimentan dificultades para mantenerse productivos y conservar el compromiso con la institución.

De este modo, aunque un 21% de los encuestados reporta una disminución en la productividad del trabajo por la modalidad remota, un 49% valora positivamente la productividad durante el home office.

Algunas prácticas resultan fundamentales para mejorar la experiencia de los colaboradores a distancia. Lo más valorado fue la comunicación (30%), las reuniones frecuentes (25%) y la desconexión digital en horarios no laborales (11%).

Muchas empresas que han implementado el trabajo remoto han logrado nuevos niveles de productividad y conexión. El trabajo a distancia ha sido reconocido como viable e inclusivo, y ha motivado nuevos tipos de liderazgo basados en la confianza y el respeto. En cuanto a los desafíos del futuro, se recomienda a las gerencias fortalecer la comunicación y el cuidado de los recursos humanos, además de poner especial atención a cómo los empleados experimentan el trabajo remoto, sus demandas y necesidades en la transición a la “nueva normalidad”