México D.F. (Agencias) 19 de noviembre de 2014.- En un mensaje difundido por internet, asegura tener los recursos suficientes, pero su decisión de vender obedece a su deseo de no permitir que el inmueble «siga siendo un pretexto para ofender y difamar a mi familia».
Como lo anunció horas antes el presidente Enrique Peña Nieto, su esposa Angélica Rivera se refirió el martes por la noche a la “casa blanca” ubicada en la colonia Lomas de Chapultepec, de la ciudad de México.
En un mensaje en video difundido en su página de Internet, aseguró que cuenta con la capacidad económica y los recursos suficientes para construir un patrimonio propio para ella y sus hijas.
Sin embargo, dio a conocer que venderá los derechos derivados de la compraventa de la casa ubicada en Sierra Gorda número 150, la cual, sostuvo, está pagando con recursos producto de sus 25 años de carrera artística.
“Con la misma apertura con la que les he compartido los detalles de este caso, quiero comunicarles que he tomado la decisión de vender los derechos derivados del contrato de compraventa porque yo no quiero que este siga siendo un pretexto para ofender y difamar a mi familia”, señaló.
“Hoy estoy aquí -agregó- para defender mi integridad, la de mis hijos y la de mi esposo, junto a esta explicación que les he dado en este momento yo estoy haciendo pública documentación privada sin tener ninguna obligación, porque como yo lo dije antes, yo no soy servidora pública, pero yo no puedo permitir que este tema ponga en duda mi honorabilidad y sobre todo que se pretenda dañar a mi familia”.
Refirió que, durante los años en los que prestó sus servicios en la empresa Televisa, suscribió diversos contratos laborales, cuyos montos y prestaciones se incrementaron en función de los resultados de su trabajo.
Sostuvo asimismo que siempre se ha conducido con rectitud y honradez y ha trabajado toda su vida, por lo que es una persona independiente.
El domingo 9 de noviembre, el portal Aristegui Noticias reveló que la casa de Sierra Gorda en las Lomas de Chapultepec estaba a nombre de la empresa Ingeniería Inmobiliaria del Centro, encabezada por Juan Armando Hinojosa Cantú, amigo del mandatario y beneficiado con contratos desde el Gobierno federal.
Esa misma empresa ganó la polémica licitación para construir el tren México-Querétaro, la cual fue posteriormente cancelada.