Tijuana B.C. (Agencias) 21 de diciembre de 2014.- ¿Hasta qué punto disponer de la información necesaria puede facilitar la lactancia materna? Si para las madres es fundamental, también importa su entorno. El apoyo a la lactancia materna incrementa el éxito y duración de esta, también cuando es la propia pareja la que está ahí.
Un estudio señala que si la pareja de la mujer lactante recibe formación en lactancia materna esta dará el pecho a su bebé durante más tiempo. En concreto, se comprobó que las mujeres son más propensas a amamantar a sus bebés más allá de los tres meses cuando los padres participan de un programa de promoción de la lactancia materna en el hospital.
Se confirma que el papel del padre en la lactancia es simple pero importante. No valen excusas del tipo «Es cosa de mujeres» o «Yo no puedo hacer nada».
Se trata de un estudio publicado en «Pediatrics» realizado por investigadores del Instituto de Tecnología de la Universidad de Ontario, Canadá y que contó con los datos de dos grupos de 214 madres primerizas con sus parejas. Un grupo accedió a la orientación hospitalaria habitual sobre la lactancia materna mientras que las parejas del otro grupo tuvieron información extra.
Estos se reunieron en el hospital durante 15 minutos con un especialista y se llevaron folletos, un vídeo y la dirección de una web con información sobre las técnicas para amamantar, recursos en la comunidad y una guía que orienta a los padres sobre cómo pueden colaborar.
Además, cuando los bebés tenían dos semanas de vida, se ponían en contacto con los padres para recordarles los recursos de consulta disponibles y responder a cualquier duda que estos pudieran tener. ¿Y cuál fue el resultado en las tasas de lactancia?
Más del 95% de las madres del segundo grupo seguía amamantando a sus bebés a los tres meses, mientras que en el primer grupo esa cifra descendía al 88%.
Pero, ¿por qué los padres «entrenados» pueden contribuir a esa mejora en las tasas de lactancia materna? Ellos confían más en su capacidad de colaborar con la lactancia y, como confirman sus parejas (en mayor medida que las del primer grupo), las habían ayudado con la lactancia y estaban contentas con su colaboración.
Sí, al fin y al cabo se trata de una colaboración, un apoyo, pero volvemos al principio: eso también es importante, sobre todo si la madre es primeriza y se enfrenta con muchas dudas y temores. El apoyo de los padres y su acompañamiento ayudaba a las madres a perseverar cuando se sienten cansadas, frustradas o inseguras.
Por supuesto, unos padres que participan de la atención del bebé y las tareas del hogar, también son importantes y favorecen que la madre se encuentre mejor.
En definitiva, si con tan solo 15 minutos de explicaciones o un vídeo ya se consiguen buenos resultados, habría que incidir en la importancia de la presencia de los padres en los cursos de preparación al parto, por ejemplo, con información para ellos. También deberían estar presentes en los mensajes con información sobre la lactancia en otros ámbitos (hospitales, campañas promocionales…).
Así que ya sabemos, los papás implicados son un gran apoyo en todo momento para la madre, también a la hora de amamantar al bebé. Cuando surgen dificultades en la lactancia materna, una persona informada que escucha y aconseja hace mucho bien. Entonces, ¿no habría que orientar la información también más a ellos?