15 de noviembre de 2024
El cambio de palabras o términos en instituciones públicas o paraestatales no es nuevo, de desde sexenios o trienios según el tipo de administración pública, municipal, estatal o federal.

 

@Mascarita

 

En la historia política de México es muy común el cambio o ajustes de términos en instituciones políticas, ya sea para ocultar el pasado, borrar antecedentes, cambiar de perfil, o simplemente dejar huella nueva y fresca.

El cambio de palabras o términos en instituciones públicas o paraestatales no es nuevo, de desde sexenios o trienios según el tipo de administración pública, municipal, estatal o federal.

Y para variar en estas administraciones de la transformación no es la excepción, más de lo mismo y las mismas personas pero en diferente liana política.

Un claro ejemplo es la Secretaria de Seguridad Ciudadana antes la Secretaria de Seguridad Pública, en los tres desordenes de gobierno, cada una defendiendo sus ideales, se ha vuelto en un enfrentamiento de dimes y diretes, los primeros dan consejos como si fueran expertos en la materia, argumentando métodos que en otros estados o partes del mundo han funcionado, sin embargo cada ciudad es diferente, por otra parte los segundos se sienten ofendidos por recibir criticas acerca de su trabajo que en ocasiones son muy severas, ya que la ola de violencia y la inseguridad tiene tiempo viviendo en Tijuana.

Tratando de trabajar juntos por el bien de la ciudad las dos secretarias hasta el momento no han dado resultado como la ciudadanía lo exige, y para ser realistas, desafortunadamente los resultados son los mismos…

Números alegres en la seguridad pública, homicidios, robo a casa habitación, robo de vehículos y a comercio, sin mencionar el ataque constante de un grupo que con fines politicos no para de criticar los errores que en el pasado pasaron desapercibidos por el simple hecho de contar con contratos por digitalizar algunos documentos.

Quienes son los encargados de administrar la seguridad pública, llegan con credenciales excepcionales, únicos, lo mejor, foráneos o locales siempre tratan de impactar con su currículum o relaciones y todos pero todos con el mismo resultado, alzas en los delitos.

Muy escuetamente se logra contener o bajar dicha estadística pero las justificaciones serán las mismas.

Falta de elementos, falta de equipo, falta de herramienta, falta de liderazgo, falta de supervisión o abandono de la institución.

A ningún funcionario público le agrada que se le cuestione y más cuando existen pruebas de que alguna acción que ordenaron, no se obtuvieron los resultados esperados o el costo en dinero está sobre girado.

Para muestra del abandono de la supervisión en la seguridad pública dos ejemplos.

1.- Caseta de vigilancia en el centro comercial Pajarita sobre la delegación de San Antonio de Los Buenos en Tijuana Baja California. Una caseta de vigilancia que cuando fue inaugurada con bombo y platillo, se informaba de la coordinación entre todos los cuerpos de seguridad en la ciudad, incluso se le pegaron logotipos de otras dependencias encargadas hasta de la seguridad nacional, pues bien, dicha caseta tiene más de 9 meses en el abandono dentro del estacionamiento de dicho centro comercial.

2.- Caseta de Seguridad Pública en La Colonia Cacho en Tijuana. Otra caseta más en el abandono y que esporádicamente se le ve algún agente de vez en cuando.

Como es costumbre en estas administraciones públicas transformadas pero con los mismos funcionarios, culpar al pasado y no actuar en el presente.

P.d. No estaría mal una auditoría a las instituciones de seguridad en México.