“Es algo que me nace y es una satisfacción enorme”: Doña Mary
Tijuana B.C. (Félix Ayala) 26 de diciembre de 2014.- Personas como María de la Luz Ramírez Dávila o doña Mary como la conocen en la colonia del Rubí de Tijuana, son gente que como dice el dicho haz el bien sin mirar a quien, lo ponen en práctica todos los días, aún cuando la crisis que arremete al país le ha pegado duro este año.
Doña Mary celebra cada 24 de diciembre a sus vecinos, la tradicional posada navideña que poco a poco se ha ido perdiendo en nuestra sociedad. Los vecinos ya saben y se preparan ese día para entonar los cánticos y rezos que por años se han vuelto una tradición en la casa de doña Mary.
Por más de treinta años ha puesto en práctica esta tradición que se remonta a su infancia en la ciudad de Guadalajara, Jalisco donde estas tradiciones se le inculcaron y desde entonces las realiza cada año de manera ininterrumpida.
Los vecinos ya la conocen y en estas fechas se preparan para pedir posada en casa de doña Mary, alrededor de 100 personas empiezan arribar a la cita alrededor de las 7 de la tarde para hacer el recorrido ya programado y empezar con los rezos y cánticos, sabiendo estos que al llegar a la posada tendrán su recompensa; una rica cena que incluye los ya famosos tamales acompañados de sus frijoles puercos y su ensalada. También no podría faltar su ponche de frutas y el champurrado, los dulces abundan y la piñata espera su turno para hacer su presencia.
“Es algo que me nace, y me llena de satisfacción, tengo más de 30 años haciendo mis posadas con la ayuda de mis hijos y lo seguiré haciendo hasta que ya no pueda, espero que mis hijos sigan con esta tradición y mis nietos también lo hagan, ya que es algo muy bonito y que nunca se debería de perder”, dice María de la Luz Ramírez Dávila.