Tijuana B.C. (Agencias) 8 de noviembre de 2014.- La película comienza con el establecimiento de su propio ritmo de sus ambiciones: hombres sobreexplotados, recursos de la tierra, que es por eso que el único objetivo que les queda es sobrevivir.
Esta vida no es suficiente para Cooper, brillantemente interpretado por McConaughey que dio cuerpo y alma a este personaje. Pero todo esto no sería posible sin el control total de Christopher Nolan, basado en la banda sonora de Hans Zimmer lánguida, la fotografía luminosa e impenetrable de Hoyte Van Hoytema, y la sinceridad de dirección de Nolan.
Se las arregla para filmar a los personajes y para encontrar el corte adecuado en el momento adecuado, siempre en armonía con la banda sonora de Hans Zimmer, para dar a la película una dimensión aspirante e inspirador que desapareció hace muchos muchos años.
Así nos transportamos en la misma cabina que Cooper, sentimos el mismo remordimiento que ya se puede sentir, sentimos la misma gravedad, y sentimos el mismo miedo a lo desconocido derretido con la fuerza de su voluntad.
Todo esto se ilustra brillantemente en una elección de dirección muy simple, que desde mi punto de vista es el impulso decisivo de la película: para saltar directamente desde cuando Cooper se va en su camioneta, dejando a su familia detrás de él, a la resistencia de despegar. Esta decisión de edición simple permite Nolan para dar un movimiento original de su película, y el crescendo musical nos hace sentir físicamente la ruptura sentimental entre dos partes de la película.
Author: tardieu-felix from Paris