14 de noviembre de 2024
Basada en el estímulo de las defensas naturales del cuerpo para combatir los tumores, la inmunoterapia está ganando cada vez más terreno como tratamiento contra el cáncer.

Tijuana B.C. (Agencias) 2 de diciembre de 2014.- Aunque hay evidencias de su uso desde finales del siglo XIX, la revista Science la describió como el hito más importante en el mundo de la medicina en 2013.

Y en su último número la revista Nature le dedicó varios artículos, destacando sus buenos resultados en ensayos clínicos.

El investigador español Ignacio Melero, catedrático de Inmunología del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) y de la Clínica Universidad de Navarra, describió a BBC Mundo tres áreas principales de avances en su aplicación: anticuerpos, infusión de leucocitos y vacunas.

Anticuerpos

En la primera se utilizan anticuerpos para bloquear el camino biológico que utiliza el cáncer para ocultarse del sistema inmune.

«Estos anticuerpos de laboratorio se usan de herramienta para desreprimir la respuesta inmunitaria frente al cáncer», indicó el doctor Melero a BBC Mundo.

Los fármacos bloquean las proteínas como la CTLA-4, PD-1 y PD-L1 que el tumor utiliza para engañar al sistema inmunitario.

Uno de los últimos ensayos clínicos mencionados en la revista Nature incluyó un fármaco experimental fabricado por la compañía Roche que bloquea la PD-L1.

El medicamento se le dio a 68 personas con cáncer de vejiga avanzado.

Todos los pacientes habían probado la quimioterapia y se les calculaba de seis a ocho meses de vida.

Más de la mitad de quienes tenían tumores que usaban la PD-L-1 para esconderse del sistema inmunitario, mostraron señales de recuperación.

La inmunoterapia ha mostrado su eficacia tanto en el melanoma metastásico como con algunos tumores de pulmón y riñón.

Y dos no tenían señales de cáncer después del tratamiento.

El doctor Tom Powles, oncólogo del Instituto de Cáncer Barts, de la Queen Mary University de Londres y parte del equipo de investigación destacó que «no ha habido nuevos fármacos contra el cáncer de vejiga desde hace 30 años».

El medicamento podría ser usado a finales del año próximo, si un ensayo más amplio obtiene los mismos resultados.

El doctor Melero también señáló que en este campo del uso de anticuerpos ya hay «tres fármacos con aprobaciones regulatorias para el tratamiento de pacientes con melanoma en estadio metastásico y refractarios a otros tratamientos. (ipilimumab, pembrolizumab y nivoulumab)».

Linfocitos y vacunas

En el segundo tipo de inmunoterapia se toman muestras de las células T de un paciente.

«Se trata de infusión de linfocitos, expandidos en cultivo y en ocasiones modificados genéticamente para que reconozcan al tumor y lo eliminen», explicó el doctor Melero.

«Esta tecnología se denomina genéricamente terapia celular adoptiva».

Y en el tercer campo donde hay más avances es en «nuevas formulaciones de vacunas y/o vacunas que incorporan como antígenos (sustancias que provocan una respuesta inmune) las mutaciones relevantes del tumor de cada paciente».

«Ensayo y error»

El concepto de utilizar el sistema inmunológico contra el cáncer se remonta a la década de 1890 cuando el doctor estadounidense William Coley probó infectar con bacterias a sus pacientes con cáncer para lograr una reacción inmune suficiente contra la enfermedad.

Aunque obtuvo algunos resultados sorprendentes para la época, sus experimentos no pudieron replicarse con suficiente constancia y la inmunoterapia no terminó en los primeros planos de los tratamientos.

Medero señala que la técnica ha tardado tanto en desarrollarse justamente porque se trató de un largo proceso de «ensayo y error».

Sin embargo, en los últimos años, la inmunoterapia ha mostrado su eficacia tanto en el melanoma metastásico como con algunos tumores de pulmón y riñón, lo que ha generado más interés es ampliar las investigaciones.

Respuesta «duradera»

Para el doctor Roy Herbst, quien encabezó en la Universidad de Yale, EE.UU., el más reciente estudio sobre el cáncer de vejiga, » la inmunoterapia es un nuevo paradigma en el tratamiento del cáncer».

«Abrió una modalidad conjuntamente con la quimioterapia, la radioterapia y la cirugía».

Ahora tenemos la inmunoterapia y es un reto para los médicos ver cómo encaja al lado de esas otras», agregó.

Por su parte Melero resaltó que se trata de un tratamiento alterno que combinado con los existentes mejora los pronósticos.

«Es posible encontrar tanto en ratones como en humanos regímenes de combinación compatibles y que tienen efectos sinérgicos (más allá de efectos aditivos). Estas aproximaciones combinadas pueden ser las más beneficiosas para el paciente».

Igualmente, indicó que «su efecto es más potente…la inmunoterapia busca ser un tratamiento sistémico (en todo el organismo) mientras que la radioterapia tiene un efecto localizado».

Por otra parte, apuntó que si bien no todos los pacientes responden a esta terapia, la respuestas de quienes sí lo hacen son «más duraderas y estables».

Aunque los expertos subrayan que la técnicas de inmunoterapia solo han sido probadas en ensayos pequeños y no siempre funcionan, Melero no oculta su optimismo calificando como «emocionante» el panorama que parece estar abriend tanto para investigadores como pacientes en la lucha contra el cáncer.