23 de noviembre de 2024
tigre seguridad

Ventanas Rotas - La Rifa del Tigre por la Seguridad Ciudadana en México

Lo anterior se debe a que, con la Guardia Nacional dentro de la estructura de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Federal solo está a cargo de Protección Civil y de los reclusorios.
Guillermo-Alberto-Hidalgo-Montes

Los altos mandos de las fuerzas armadas en México no quieren que Omar García Harfuch sea el secretario de Seguridad Pública Federal de la próxima administración encabezada por Claudia Sheinbaum saben que existe una muy alta probabilidad que les dispute el control de la Guardia Nacional (GN), una disputa que por estos días se encuentra en la esfera de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

Lo anterior se debe a que, con la Guardia Nacional dentro de la estructura de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Federal solo está a cargo de Protección Civil y de los reclusorios. García Harfuch nunca aceptaría ese cargo sin el control de la GN. Y con ello, la operatividad y la inteligencia de la seguridad interior (sin dejar de largo, los vastos recursos humanos, tecnológicos y económicos que conllevan)

Sin embargo, es una disputa que, de darse, no sirve en lo absoluto, ya que más allá del control hegemónico de la seguridad en México, existen policías locales y estatales abandonadas. Quien resulte ganador de esta “lucha de poderes” tendrá en sus manos una bomba de tiempo si no se da un golpe de timón al cómo (hasta ahora) se han llevado las políticas en el orden criminológico y policiológico. Sobra decir que hoy más que nunca, la seguridad es uno de los desafíos más significativos que enfrenta México en la actualidad. Los problemas de seguridad en el país son complejos y multifacéticos, afectando no solo la tranquilidad de sus ciudadanos, sino también la estabilidad económica y política por lo que el tema de la seguridad (en todas sus esferas) debería ser el eje central de la política de la próxima administración federal.

 

  1. Crimen Organizado.- El crimen organizado es uno de los problemas más acuciantes en México. Cárteles de la droga, como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación, han establecido redes de tráfico de drogas, armas y personas que operan a nivel nacional e internacional. Estos grupos no solo se dedican al narcotráfico, sino también a la extorsión, secuestro y otros delitos violentos. Los cinco retos más importantes serán:

 

  1. Fortalecimiento institucional. – Las policías municipales y estatales están en franco abandono y son el primer contacto del ciudadano con el estado. Según el INEGI, los delitos del fuero común son un 96.3% contra el 3.7% del fuero federal Por otra parte, la Guardia Nacional en papel se veía una idea que podría dar resultado, pero una precaria selección del personal, una formación inicial reducida y de calidad cuestionable y una profesionalización no estandarizada ha dejado a la vista de todos miles de patrullas siniestradas, elementos operativos grabados en video cometiendo ilícitos o haciendo procedimientos contrarios a toda regla en la materia.

 

  1. Corrupción.- La corrupción dentro de las fuerzas de seguridad y las instituciones gubernamentales socava los esfuerzos por combatir la violencia, la delincuencia y por ende, la impunidad. La infiltración y colaboración del crimen organizado en estas instituciones facilita sus operaciones y dificulta la implementación efectiva de políticas de seguridad.

 

  1. Impunidad .- La impunidad es otro reto crucial. La corrupción y la falta de confianza en las instituciones de seguridad hacen que muchos delitos que se comenten no se denuncian, y de los que se denuncian, pocos llegan a ser investigados y de estos, menos del 5% son resueltos adecuadamente (según el INEGI). Esto desalienta a las víctimas a buscar justicia y perpetúa un ciclo de violencia, delincuencia y desconfianza en las autoridades.

 

  1. Violencia Generalizada.- La violencia en México ha alcanzado niveles alarmantes, la tristemente célebre política de la actual administración encabezada por el aún presidente López Obrador de “abrazos, no balazos” ha afectado tanto a zonas rurales como urbanas. Los homicidios, feminicidios, la violencia política, así como las desapariciones forzadas son parte de la realidad cotidiana en muchas regiones del país y desgraciadamente ya la hemos normalizado. Si a todo esto le sumamos el engañoso sistema que se tiene para generar estadísticas no hace mas que acrecentar la desconfianza de la ciudadanía. Por ejemplo: disminuyen los homicidios, pero aumentan proporcionalmente las desapariciones y sin cuerpo…no hay homicidio)

 

  1. Desigualdad y Pobreza.- Aunque una de las banderas de esta llamada Cuarta Transformación es el ataque a la desigualdad y la pobreza, la verdad es que organismos internacionales como la OCDE, y la OEA indican que las cosas en México no han mejorado mucho, incluso se han agravado por temas macroeconómicos, malas decisiones internas o por factores adyacentes como la antes mencionada violencia generalizada. Las comunidades más afectadas por la violencia y el crimen son a menudo aquellas con menos recursos y oportunidades (en la actualidad no podemos pensar en una zona o región de nuestro país que no esté sufriendo por temas de violencia).

A estas alturas del partido el quien se haga cargo de la seguridad está en segundo plano. Poder abordar los desafíos de seguridad en México requiere un enfoque integral que atienda tanto las causas directas como los factores subyacentes de la violencia y la delincuencia. Es fundamental fortalecer las instituciones, promover la cooperación internacional (que en seis años poco se ha hecho) y trabajar en la prevención (de a deveras) y el desarrollo social. Solo a través de un esfuerzo concertado y sostenido se podrá lograr un entorno más seguro y justo para todos los mexicanos. Y la verdad es que México ya se lo merece.

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*El Mtro. Guillermo Alberto Hidalgo Montes, es especialista en seguridad pública y privada. Fue Rector de la Universidad Policial de Guerrero, Director de la academia de las Fuerzas de Seguridad del Estado de Puebla, Rector de la Universidad de Policía de la Ciudad de México y Actualmente Director del Instituto de Formación Profesional del estado de Hidalgo.

Esta columna no refleja la opinión de Plural.Mx, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor