15 de noviembre de 2024

 

 

 

Guillermo Alberto Hidalgo Montes

El Salvador aprueba la criptomoneda más popular, el Bitcoin, como moneda de uso legal, convirtiéndose en el primer país en hacerlo pero: ¿será esto bueno en un país donde solo el 30% de la población está bancarizada y donde uno de las Organizaciones de Crimen Transnacional (TCO´s, por sus siglas en inglés) está asentado y es conocido por el lavado de activos producto de las drogas?.

La nueva Asamblea Legislativa de El Salvador, controlada por el partido Nuevas Ideas del presidente, Nayib Bukele, aprobó el martes la Ley Bitcoin. El texto convierte a este pequeño país centroamericano en el primero en el mundo que adopta la criptomoneda como moneda de curso legal. La criptomoneda se podrá usar “en cualquier transacción y cualquier título que las personas naturales o jurídicas públicas o privadas requerían realizar”, según la nueva ley.

El tipo de cambio entre el Bitcoin y el dólar será establecido libremente por el mercado y todo precio “podrá ser expresado en bitcoin”, según la ley, que obliga a todo agente económico a “aceptar bitcoin como forma de pago”. Quedan excluidos quienes por hecho notorio y de manera evidente “no tenga acceso a la tecnología” que permite ejecutar las transacciones.

Hasta aquí todo se lee muy bonito e innovador, sin embargo, hay que entender que Bitcoin es una moneda virtual o un medio de intercambio electrónico que sirve para adquirir productos y servicios como cualquier otra moneda. Pero esta moneda es descentralizada, es decir que no existe una autoridad o ente de control que sea responsable de su emisión y registro de sus movimientos. Consiste en una clave criptográfica digital que se asocia a un monedero virtual, el cual descuenta y recibe pagos.

Existen un sinnúmero de criptomonedas en el mercado y su uso y expansión ha generado más dificultad para identificar Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita (ORPI´s), es aquí donde la Mara Salvatrucha y grupos delincuenciales que les ayudan a lavar los activos productos del narcotráfico, la trata de personas y la extorsión, encontrarán la oportunidad para poder vulnerar un Estado debilitado como el del Salvador, quien sigue siendo uno de los punteros en violencia e impunidad según La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNDOC) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Se vislumbra un horizonte complicado para la seguridad de nuestros hermanos salvadoreños y para la región en general, será importante seguir de cerca aciertos y errores de esta medida para poder hacer ejercicios de seguridad comparada cuando estas propuestas lleguen a nuestros países porque la realidad es que las criptomodedas llegaron para quedarse, el punto es que lleguen y se asienten en forma segura generando desarrollo, empleos y paz, esa paz que la región tanto necesita.

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*El Mtro. Guillermo Alberto Hidalgo Montes, es especialista en seguridad pública y privada. Fue Rector de la Universidad Policial de Guerrero, Director de la academia de las Fuerzas de Seguridad del Estado de Puebla, Rector de la Universidad de Policía de la Ciudad de México y Actualmente Director del Instituto de Formación Profesional del estado de Hidalgo.