22 de diciembre de 2024
El desconocimiento de pandillas en nuestro país se ha ido agravando a lo largo del tiempo, el no reconocer la diferencia entre carteles de

Por: Guillermo Alberto Hidalgo Montes

El desconocimiento de pandillas en nuestro país se ha ido agravando a lo largo del tiempo, el no reconocer la diferencia entre carteles de droga pandillas y bandas genera que no se hagan las estrategias adecuadas y necesarias para poder controlar este grave flagelo social que, en muchas ocasiones afectan no solo a una región o un país si no, a la comunidad internacional entera.

A escasas horas de iniciado el año, un ataque armado y posterior motín en el Centro de Reinserción Social número 3 Ciudad Juárez, Chihuahua dejó un saldo de 14 personas asesinadas —entre ellos 10 custodios y 4 internos del penal—, otras 13 lesionadas y la fuga de 24 personas que se encontraban privadas de su libertad.

Hasta el momento, todo indica que el móvil de éstas acciones era liberar a Ernesto Alfredo Piñón de la Cruz, alias “El Neto” quien es un miembro de alto rango dentro de la pandilla de los Mexicles, una pandilla de carácter transnacional ligada, al día de hoy, al Cartel de Sinaloa (sin embargo, estos nexos suelen variar según intereses), encarcelado en CERESO 3 desde 2009 por delitos de secuestro y homicidio, en una carrera criminal que empezó a muy corta edad y que les ha ligado a distintos cárteles. Hace un par de meses “El Neto” tomó notoriedad por un video que se hizo viral donde se le muestra festejando su cumpleaños con otros compañeros de bloque en celdas denominadas “VIP” por las comodidades con las que contaban. Cabe señalar que esta no era la primera ocasión que se trataba de rescatar a “El Neto”, el motín que se desató el pasado agosto en esa misma cárcel tenía el objetivo de liberar al criminal, pero no lo consiguieron. Para ello se desencadenó una pelea entre los Mexicles y los Chapos, supuestamente ordenada por él.

Más allá de informar de lo sucedido y que, a la fecha de la publicación de la presente, “El Neto” ya fue batido por cuerpos policiales, me es importante centrarnos en ver más allá de este suceso, ya que hoy en día el problema de las pandillas es el que menos se estudia en México, pero el que más violencia acarrea. En primer lugar, por el desconocimiento del tema por parte de autoridades de los tres órdenes de gobierno y en segundo, por los efectos desastrosos para la sociedad que conllevan las actividades de estas organizaciones delincuenciales

La definición del término “pandillas”, son tan variadas como autores en el tema. La Organización de Estados Americanos (OEA) las define como: “El esfuerzo espontáneo de niños y jóvenes por crear, donde no lo hay, un espacio en la sociedad adecuado a sus necesidades a través de grupos sin supervisión. Lo que ellos obtienen de ese espacio, es aquello que el mundo adulto no tuvo la capacidad de otorgarles, que es el ejercicio de la participación, vibrando y gozando en torno a intereses comunes desarrollando sus normas y criterios de membresía”. Esta definición se muestra ya rebasada por lo que imaginamos por “pandilla”. En la eurozona, el término inglés “gang” o pandilla y/o maras es particularmente tendencioso ya que podría crear efectos de pánico moral y estigmatización; se usa el nombre de “Violencia ejercida por grupos de jóvenes en el espacio público”; dichos “grupos de jóvenes” son definidos como: “Grupos juveniles duraderos, con orientación hacia la calle y otros espacios públicos y con una identidad grupal definida de forma primordial por la participación en actividades delictivas”. Esta definición puede encajar muy bien en el imaginario colectivo y hemos llegado a casos como los de pandillas transnacionales como Los Aztecas, La Mara Salvatrucha, la Mafia Mexicana y los Mexicles (por solo mencionar algunos) que Incluso, autores como el estadounidense Chris Blatchford que sostiene que las pandillas deben ser catalogadas como “grupos de terrorismo urbano, además de ser crimen organizado no convencional”. Y si somos observadores de la violencia que estos grupos desatan si encaja en la definición de terrorismo. De aquí el porqué hay países como El salvador donde se les ha hecho frente de forma muy directa para tratar de contrarrestar sus actividades y regresar paz social a la población.

La fuga del Neto hoy en día enciende alarmas en Estados Unidos y en México, sin embargo, en muchas partes de la sociedad se imagina que el problema con esta fuga es precisamente el recapturar a estos delincuentes, sin embargo, no se dimensiona el alcance de sus actividades, ya que se confunde, como se explico en un principio banda, pandilla e incluso, en algunas ocasiones tribus urbanas. Hoy en día las pandillas tienen nexos no solo con organizaciones dedicadas al narcotráfico, si no también con organizaciones transnacionales del crimen y son generadores activos de violencia donde se asientan.

Parte de esta crisis que vive el país en materia de seguridad se la debemos a las pandillas. La primera vez que una pandilla fue contratada en un modelo de terciarización o de “outsourcing” Fue cuando el entonces Cartel de Tijuana, liderado por el cártel de los Arellano Félix, contrató a través de un Pandillero de la Mafia Mexicana o “EME” llamado  René “Boxer” Enríquez, quien estaba interno en una prisión de california a miembros de esta organización para que mataran en Guadalajara a su acérrimo enemigo Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, lo que resultó en la muerte del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo en el aeropuerto de esa ciudad en 1993. Es decir, desde hace 30 años se ha estado dando esta relación y son pocos los estudiosos del tema y las pocas veces que se hacen bases de datos para la identificación de pandilleros, en el cambio de administraciones locales, estatales o federales se desechan y se vuelve a comenzar. Basta con decirle que no se tienen datos de antecedentes pandilleros de las personas que son deportadas de estados unidos, lo que resulta en que, si eran pandilleros en Estados Unidos, formaran sus pandillas en México o formarán una especie de franquicias de las mismas.

Reitero, la fuga del “Neto” y las otras 23 personas queda minimizada, debido a que no se entiende que es y como operan las organizaciones criminales a los que estas personas pertenecen y tampoco entiende el Estado Mexicano, que el conocimiento aplicado es poder.

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*El Mtro. Guillermo Alberto Hidalgo Montes, es especialista en seguridad pública y privada. Fue Rector de la Universidad Policial de Guerrero, Director de la academia de las Fuerzas de Seguridad del Estado de Puebla, Rector de la Universidad de Policía de la Ciudad de México y Actualmente Director del Instituto de Formación Profesional del estado de Hidalgo.