Héctor Murillo Aguilar
ENTRE RIQUEZA Y POBREZA
I.NADIE ES TAN RICO
QUE PUEDA
ADQUIRIR
TITULAR
O POSEER
LA GRACIA DE
TUS DONES
NI TAN POBRE
QUE LE IMPIDA
ESCRIBIR
O SUSCRIBIR
A TU SORISA
UN POEMA.
ABRACADABRA
II.ES TARDE YÁ
ANA SOFÍA
PEQUEÑA
NIETA
ESPUELEA
Y ANUNCIA
CON ELOCUENTE
INOCENCIA
SILENCIOSA
MI RETORNO
SIN FIN.
III.DE VEZ
EN VEZ
BAJO
EL IMPERIO
DE SU TERNURA
TARAREO
LA VIEJA CANCIÓN
DEL MIMO
INGLES:
CANDILEJAS.
IV: 23 DE JULIO
LA NOCHE
ARROPA
CON SUAVIDAD
LOS SUEÑOS
DE LA GENTE.
MIENTRAS
ESTA NIÑA
BOSTEZA,
IRREVERENTE
SU ARRIBO
AL UNIVERSO
V: IGUAL QUE
UNA VIEJA
Y TRISTE
MELODÍA.
LA HUELGA
DE TU MENUDA
PRESENCIA
AMENAZA.
E INUNDAN
DE MELACOLÍA
LOS RECOVECOS
DE ESTA CASA
VI: SIN SU
RISA
Y PARLOTEO,
TARDE
PERO AL FIN,
UNO RECONOCE
LA INGRATA
DIMENSIÓN
DEL DESAMPARO.