Tijuana BC 17 de mayo de 2024.–El Colegio de la Frontera Norte y el Senado de la República, celebraron este jueves 16 de mayo el conversatorio virtual Relación México-Estados Unidos en materia migratoria.
El evento, transmitido en vivo a través de la web del Senado dirigido por la doctora María Dolores Paris Pombo, del Departamento de Estudios Culturales de El Colef, contó con la presencia de senadoras y senadores, y se discutió de manera amplia el vínculo jurídico, diplomático y económico que existe entre nuestro país y el vecino del norte en materia de gestión migratoria.
Se discutió el cómo México ha manejado, en años recientes, la contención de caravanas migratorias, así las grandes crisis que han desencadenado en diásporas de grupos humano, poniendo en tela de juicio el saber hacer de los gobiernos nacionales para hacer frente a problemas cada vez más urgentes de talante internacional como lo es, en sí mismo, la migración.
En ese sentido, la conferencia se orientó a visibilizar la agencia del gobierno mexicano (en complicidad o no complicidad con el gobierno estadounidense) en el fenómeno de la migración hacia y desde ambos países.
Se tomaron como casos paradigmáticos de esta problemática algunas de las crisis ocasionadas por móviles medioambientales (inundaciones, tsunamis), políticos, económicos e inclusive médico-sanitarios (la crisis del Covid-19).
En ese tenor, la doctora Paris señaló que, en el caso de la migración centroamericana, y en conjunción con los discursos xenófobos manifestados tanto por el estado como por la propia sociedad civil, «En México hay menos claridad con lo que se compromete”, refiriéndose al hecho de que en nuestro país y en muchos otros, la gestión de la migración queda en una zona jurídica gris, en la cual nadie se hace responsable del sufrimiento y travesía de los migrantes (aparte, claro, de los migrantes mismos).
La migración se ve requerida, concluyó la académica, en los tiempos modernos, de un acompañamiento en materia de leyes internacionales y acuerdos transnacionales; la vida de las personas en contexto de movilidad no puede quedar dentro de limbos, puesto que se trata de un problema que alcanza, a final de cuentas, a mucha más población que las propias víctimas.
La senadora Olga Sánchez Cordero señaló, por su parte, la manera en que los migrantes haitianos que permanecieron, por x o y razón, en Tijuana, aportan a la riqueza de la entidad demográfica no solo desde el punto de vista simbólico, étnico y cultural, sino también laboral, político y económico.
Ella remarca que esta es una de las características definitorias de la migración contemporánea; contraria a los discursos xenófobos y antinmigrantes, la migración puede, de hecho, revitalizar los mecanismos sociopolíticos del país o estado receptor.
En cuanto a las participaciones del resto de senadoras, se destaca la necesidad de remodelar completamente el Instituto Nacional de Migración, debido a que sus objetivos y sus acciones para conseguirlos estaban planteados para un contexto sociopolítico en el cual la migración se manifestaba de manera distinta y se le manejaba desde otros ángulos políticos.
Se rescata, también, la dificultad que tienen los y las investigadoras a la hora de estudiar a fondo estas relaciones transnacionales, puesto que no existen acuerdos o tratados por escrito que permitan dar cuenta de las acciones tomadas por parte de lo gobiernos.
Por último, se trajo a colación el caso de los migrantes haitianos que, aunque llegaron y permanecieron por un tiempo en Tijuana, consiguieron llevar a buen puerto su proceso político y llegar hasta Estados Unidos e inclusive Canadá, y se comentó que, en caso de no prestar atención a crisis como la acaecida en Tapachula (la falta total de medidas para albergar a grandes concentraciones migrantes), estas podrían repetirse, con mucha más frecuencia, en el futuro próximo.