22 de noviembre de 2024
El hacer más de una hora de fila para entrar a un banco, más de cuatro horas haciendo fila en vehículo para cruzar a Estados Unidos de Norte América, 40 minutos en espera con una llamada a un 1 800, y demás espacios y lugares en donde se tiene que apegarse

@Mascarita

 

Desde el Inicio de la historia del ser humano, siempre ha existido puntos de vista diferente en la convivencia como personas, grupos, clanes, colonias y agrupaciones de sujetos para poder subsistir, puntos de vista a favor y en contra de un proyecto que beneficiará o perjudicará a un conglomerado de población en cierto territorio.

Es en ese momento que da inicio el cambio de puntos de vista, objetivos, desatinados, asertivos o erróneos, alzar la voz, quejarnos, gritar y exponer son las acciones que nos atribuiremos al quejarnos cuando algo no nos parece, no nos agrada, nos perjudica o simplemente no quiero.

Nos quejamos de los impuestos, de las leyes, de las normas, de las decisiones políticas y sociales de una comunidad, de la espera, de las largas filas que hacemos para recibir un servicio o un producto ya sea por parte de una institución pública o privada.

En tiempos de pandemia.

El hacer más de una hora de fila para entrar a un banco, más de cuatro horas haciendo fila en vehículo para cruzar a Estados Unidos de Norte América, 40 minutos en espera con una llamada a un 1 800, y demás espacios y lugares en donde se tiene que apegarse a una norma de orden, seguridad y respeto para que nos toque nuestro turno.

En un día promedio, se pierden más de cuatro horas haciendo fila o esperando el turno para ser atendido, obvio, dedicándose a la antigua a pagar servicios, nómina y de más gastos en bancos y oficina.

 Hoy en día se puede reducir los tiempos en plataformas digitales. Pero lo que no se puede reducir y no importa la espera es por la compra de la cerveza, de todo nos quejamos menos de hacer largas filas y perder así más de tres horas haciendo fila y comprar tan vital líquido amargo.

Es curioso que la espera para la compra desde una botella o bote de cerveza (según su presentación) no nos canse, no nos fatigue, o nos moleste o nos incomode. Solo es cuestión de esperar el turno, obtenerlas, pagarlas y disfrutar de ellas después de una larga jornada de trabajo y de tiempo.

De todo nos quejamos de todo, menos en la espera de obtener tan apreciada bebida alcohólica fermentada y destilada con granos de cebada, cereales y levadura. No importa el tiempo ni las obligaciones, todo puede esperar y más por una cerveza.
Salud.