21 de noviembre de 2024
En los países de África o en su momento en Vietnam, como en las dos guerras mundiales, así como en conflictos civiles y armados de países fuera de el control gubernamental.

@Mascarita

Durante décadas y en diferentes países de el mundo el fusilamiento es la acción más pronta para hacerse justicia por su propia mano, una justicia rápida, pronta y expedita.

En los países de África o en su momento en Vietnam, como en las dos guerras mundiales, así como en conflictos civiles y armados de países fuera de el control gubernamental.

México no es la excepción, desde la invasión española hasta tiempos modernos como la Revolución Mexicana, pasando por la guerra de independencia hasta llegar a los cristeros.

Posterior a eso, medios informativos en fechas ya muy recientes, señalaron esta práctica al ejército mexicano, como en dos o tres ocasiones en administración de Peña, Calderón hasta Díaz Ordaz y Echeverría.

Leyendas urbanas, mitos, dicen, dimes y diretes, lo que si es seguro es de una acción pronta y sin preguntas.

Pues bien mis estimados lectores, en letras pasadas les informamos de cómo la joven Alcaldesa de Tijuana Montserrat Caballero, quien ganara la alcaldía por la fiebre de Morena y no por su distinguido trabajo político, llamó  “PILLOS”  a los delincuentes que integran el crimen organizado, minimizando quizá el término para no asustar más a la ciudadanía de esa fronteriza ciudad norteña.

“Pillos” les nombro a quienes descuartizan, a quienes abandonan extremidades en toda la ciudad, a quienes secuestran y torturan, a quienes se organizan para asesinar y robar, a estas personas así se refirió, la flamante alcaldesa de Tijuana.

En días pasados, en la delegación Sánchez Taboada de donde ella es habitante,(Al menos así ha manejado, sin embargo el circulo rojo dice otra cosa) al exterior de una escuela pública y sobre su barda, fusilaron a dos personas en la noche.

Si, leyó usted bien, FUSILARON a dos personas, esto sucedió en la colonia Emperadores de la mencionada delegación política.

Los “pillos” como los llama la Alcaldesa, tuvieron que decidirse, trasladarse, fijar el lugar, acomodar a las víctimas, designar quienes jalarían de el gatillo, cuantos y por donde se retirarían.

Esto no debió de verse llevado más de 10 minutos que es el tiempo suficiente para que alguien los pudiera ver visto, denunciado y marcar a las autoridades, el llegar de la policía municipal es lo primero que se esperaría en estos casos, cosa que todo se dio menos lo último.

La ciudadanía de bien esta aterrada con estos hechos violentos, al menos la gran parte de ella, ya que algunos ya se acostumbraron a esto, todo parece indicar que la Alcaldesa al igual que sus antecesores no sabe ni le interesa que carteles operan en la ciudad, mucho menos que esta haciendo su policía municipal para tratar de prevenir hechos violentos en Tijuana.

Aferrada Montserrat Caballero a tener a un jefe policiaco con antecedentes criminales y mas preocupada por sembrar arbolitos, es evidente que no le preocupa que la ciudad se caiga a pedazos y que el crimen organizado opere con toda impunidad, es más que suficiente para ver los resultados en materia de seguridad hasta el momento, en donde y como en el pasado solo repiten los mismo,  y esperan que los pillos se matan entre ellos.