Hace días la joven alcaldesa de extracción morenista de Tijuana, se atrevió a compararse con Julián Leyzaola Pérez, Teniente Coronel en retiro por el combate a la inseguridad, que por órdenes de Jorge Ramos alcalde (2007- 2010) de Tijuana y en coordinación con Osuna Millán (2007-20013) Gobernador de Baja California y Felipe Calderón (2006-2012) Presidente de México, Leyzaola hizo frente a la delincuencia que azotaba en la región.
Y vamos al grano mis estimados lectores, a esta alcaldesa tal parece que se le hace una gracia el exponer que el aparente o supuesto atentado que sufrió su débil equipo de seguridad era hacia ella, cuando en realidad se debe de guardar secrecía, esto para no distorsionar la información de un asunto delicado, pero el protagonismo y quizá algo no le cuadró bien en su cabeza, que pronto se puso el chaleco. Fue contra mí, expuso.
Quizá para tratar de aumentar más el protagonismo, movió hilos políticos para dejarla entrar a una zona militar, olvidándose por completo que a su personal que está en su círculo de seguridad, fueron los mismos militares quienes los detuvieron por señalamientos de delincuencia organizada.
También no es secreto que Montserrat Caballero, no confía en sus policías, ya que fue la misma alcaldesa, la responsable de darle unos de los peores descuentos salariales a los policías de Tijuana en cuanto a prestaciones, comisiones y salarios directos como nunca en la historia salarial de la corporación.
Cabe señalar que el egocentrismo que manipula a la alcaldesa morenista, viene a confirmar lo que especialistas en seguridad nos informaron hace semanas, los caprichos deben de ser aterrizado y es cosa que la porosa seguridad personal, no tiene el mando de la seguridad personal.
Le saldrá más caro el caldo que las albóndigas a su equipo de seguridad, que ya paso a la historia por el supuesto atentado y si llegase a suceder una desgracia mayor, si bien es cierto que un cuartel militar pudiera ser un búnker, es solo momentáneamente, por que el trasladarse desde ese punto a Palacio Municipal sería de lo más complejo por el desorden vehicular que existe en Tijuana, salvo que también tenga agentes de tránsito motorizados a su disposición.
Atentado a su escolta, empleada con antecedentes en delincuencia organizada, robo a su departamento, son los antecedentes que existen para tomar la decisión de dormir en el la zona militar, pero también es cierto que no tiene confianza ni en la Guardia Nacional, salvo que exista información veraz en donde por algún compromiso de alguien, le quieran cobrar una factura como ella lo dijo hace meses, en los narcos bloqueos en Tijuana.
Tal parece que a Montserrat Caballero se le olvida que hombres y mujeres al mando de Julián Leyzaola entregaron sus vidas, fueron masacrados en cumplimiento del verdadero deber, el restaurar el orden y la paz, sin embargo, no miramos ni a su director de seguridad pública ni mucho menos al secretario, encabezar, dirigir o liderar operativos en contra de algo o de alguien.
El presumir aseguramientos de personas y armas de fuego siempre se dan y administración tras administración, van en aumento, pero según las notas informativas no son trabajo de inteligencia de la Secretaría de Seguridad, ni mucho menos de la Dirección de Policía, ya que mencionan ser en recorridos preventivos.
Sería recomendable que la alcaldesa recibiera ayuda emocional, ya que los atentados y efectos postraumáticos pudieran dejar secuelas en la toma de decisiones, y sobre todo que la preparen para una derrota anunciada si busca la reelección.
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