En el círculo rojo de la abogacía se comenta el desorden que existe al cambiar las oficinas de gobierno de el Estado, que se encontraban en El Palacio Blanco sobre Zona Rio, esto en Tijuana, como se le identifica al edifico que albergaba un sin número de oficinas públicas para solicitar desde copias hasta pagar impuestos.
En dicho círculo se comenta un desatinado y grandísimo error por parte de el gobernador de Baja California Jaime Bonilla Valdez, y qué tal parece que dicho capricho lleva algo oscuro y de interés personal, argumentando el gobernador que el edificio pasará a ser parte de la Universidad Autónoma De Baja California, campus Zona Río.
Pues bien mis estimados lectores, las oficinas que al interior se encontraban, quedaron distribuidas en la periferia de la ciudad, si, leyó usted bien, afuera de la ciudad, desde el corredor dos mil hasta el centro de la cultura y la legalidad y por sí fuera poco, tener que trasladarse de una oficina a otra, a distancias exorbitantes cuando antes realizabas todo en un solo lugar.
Sin pensar en los adultos mayores o personas con discapacidad, así como el traslado y rotación de personal, abonando de tal manera más al desorden vehicular que ya existe por esa zona.
Falta de logística, de criterio o de sentido común, está administración estatal está dejando más daño que beneficio con el supuesto ahorro en infraestructura e inmuebles.
Presumen de ahorros en agua y espacios, y es hora que no se ve reflejado en las arcas de Baja California, pero si concesionando despachos de cobranza.
Un claro ejemplo de el desorden, es que no se encuentran a los camiones de mudanzas que trasladaban expedientes, que debieron de ver expirando en tiempo y forma.