Por Francisco Ruiz
La semana pasada estuvo en tierras tijuanenses el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, para dar posesión de su nueva encomienda a Carlos Jiménez Ruiz, presidente estatal de dicha institución, y a Lupita Gutiérrez Fregozo, como secretaria general. No es la primera vez que Carlos Jiménez aspira a ocupar ese puesto; además es abogado litigante, cuenta con una maestría en Ciencias Jurídicas y diversas especializaciones en México, Cuba y Chile; fue consejero de la Judicatura, diputado local y presidente del grupo Unidos por Tijuana. Por su parte, la mexicalense es licenciada en Derecho por la UABC y ha trabajado en la PGJE, delegada de la STPS en Guerrero, delegada del ISSSTE y asesora en el Senado de la República.
De acuerdo con lo declarado, las actividades que pretenden desarrollar se concentran en una agenda municipalista y mediante el diálogo público abierto; en su mensaje, el líder nacional del tricolor aseguró que dicho partido volverá a ser opción en la localidad, pero para ello: “necesitamos construir el PRI del siglo XXI”, aseguró el exgobernador de Campeche. De igual forma, muy interesante resultó el intercambio de ideas que sostuvo con algunos activos políticos de Baja California, el reto pendiente es transitar del discurso a los resultados.
Luego de la toma de protesta, el campechano atendió a los medios de comunicación en una entrevista “banquetera”, que, a diferencia de la ofrecida previamente en la colonia Lomas Taurinas, fue más acalorada. Allí, Moreno Cárdenas reiteró que la “unidad no significa unanimidad”; al ser cuestionado sobre los procesos abiertos en contra de algunos actores políticos regionales, respondió que trabajan en la integración de expedientes sólidos que nos les provoquen un revés en las instancias judiciales; sin embargo, uno de sus principales objetivos es invitar a todos aquellos que pertenecen fieles a dicha institución política y buscar las coincidencias. Veremos al tiempo.
Por lo pronto, Carlos Jiménez arrancó con todo el ánimo, con una agenda muy activa en Ensenada, Tijuana y Mexicali. Nada sencillo el reto que tiene por enfrente, se la esta jugando y su decisión es de valientes.
Quienes de plano “ven la paja en el ojo ajeno y no ven la viga en el suyo”, es el gabinete morenista de Baja California, quienes a pesar de ser señalados públicamente por tirios y troyanos, se mantienen firmes en sus posiciones. Un claro ejemplo es el anuncio hecho por el secretario general de Gobierno sobre la suspensión de empleadas que supuestamente alteraron una constancia de antecedentes penales. Lo interesante de esto es que las suspendieron para no entorpecer la investigación, pero él no pone el ejemplo, ¿dónde quedó aquello de: “el que es buen juez, por su casa empieza”?
Será que no quieren contribuir con el esclarecimiento de los señalamientos, -los cuales, por cierto, son serios y representan un muy desafortunado inicio de gobierno-, o de plano quieren cobrar otra quincena y por eso se hacen “patos”, aunque: “si camina como pato, grazna como pato y nada como pato…”.
Duro golpe para la administración de Jaime Bonilla, quien, desde mi punto de vista debe actuar inmediatamente, aunque ello represente quedarse sin sus dos operadores políticos; y que no se preocupe, pues no le ocurrirá lo que a Morelos cuando dijo: ““¡He perdido mis dos brazos! Ya no soy nada”; al final, el súper delegado anda muy activo, tal vez quiera cambiar de oficina. Aun y con todo esto, confío en que ya no se aplicará aquel refrán que decía: “No oigo, no oigo, soy de palo, tengo orejas de pescado”, ¿o sí?
Post Scriptum. “Hay que limpiar las escaleras de arriba para abajo”, Andrés Manuel López Obrador.