24 de noviembre de 2024
De acuerdo a las primeras investigaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE) a cargo de Guillermo Ruiz Hernández, 7 casos están clasificados como feminicidios

Tijuana BC 14 de febrero de 2020.-A 45 días de iniciar el año, en Baja California se han cometido 26 asesinatos de mujeres, de los cuales 10 se registraron durante la última semana; tres en una casa de la ciudad de Mexicali.

De acuerdo a las primeras investigaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE) a cargo de Guillermo Ruiz Hernández, 7 casos están clasificados como feminicidios por ser él o los presuntos responsables sus actuales parejas o tener alguna relación de amistad.

Cuatro de esos crímenes ocurrieron en Tijuana, pero dos conmocionaron a los bajacalifornianos por las circunstancias que los envuelven.

Son los asesinatos de la madre de familia Genoveva Álvarez Soto, de 30 años de edad, y Marbella Valdez Villarreal, de 20 años de edad, una estudiante de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC).

Un grupo de estudiantes de esa máxima casa de estudios protestaron el martes pasado por ambos asesinatos y la impunidad que persiste es porque no hay detenidos, a pesar de que en ambos existen indicios de quiénes los cometieron.

Parecía llegar la calma ese día por la tarde, cuando en la noche corrió el rumor de que un día después la FGE oficializó: También encontraron muerta a otra joven desaparecida, identificada como Maritza Karina López Pérez, de 21 años de edad, cuyo cadáver se encontró calcinado.

GENOVEVA Y SU NOVIO

Como todos los sábados, el pasado 8 de febrero, Genoveva llegó temprano a su trabajo en la empacadora de productos SuKarne, ubicada en la colonia Garita de Otay, por su cercanía con ese cruce fronterizo en Tijuana.

En la empresa estaban unos 100 compañeros de la madre de dos niños. Eran alrededor de las 06:40 de la mañana cuando de entre el barullo se escuchó un fuerte grito al que le siguieron otros.

Jonathan González Ramírez le había clavado un cuchillo a su ex novia Genoveva. Se lo enterró en medio del pecho y luego salió de la empresa, en donde también laboraba.

Afuera lo esperaba su hermano, quien le ayudó a fugarse, según denunció públicamente Yaneth, hermana de Genoveva.

Aunque arribaron los paramédicos de la Cruz Roja, nada pusieron hacer por ella. Murió a consecuencia de la herida.

A partir de entonces se viralizó en redes sociales la fotografía y nombre del presunto agresor, pero no ha podido ser localizado.

El Fiscal General del Estado, Guillermo Ruiz aseguró en ese caso “hay avances muy importantes” pero por la secrecía no podía dar detalles, aunque se quejó porque al Tribunal Superior de Justicia del Estado le solicitaron en ese caso una orden de aprehensión, como de otros 20 casos, y resulta que no hay jueces para revisar dichas peticiones.

MARBELLA Y SU HOSTIGADOR

La estudiante de Derecho en la UABC, Marbella Valdez, se comunicó por teléfono con su hermana antes de las siete de la mañana del 5 de febrero. Pero no se despertó, así que optó por enviarle un mensaje vía teléfono celular.

“Me siento mal e iré al médico”, es el texto que le envió después de concluir su jornada laboral como despachadora en una gasolinera ubicada en el fraccionamiento Soler.

Su hermana lo leyó a las 09:30 horas, informó la FGE. A partir de entonces se volvió una incógnita su ubicación.

En redes sociales una imagen con su fotografía empezó a enviarse entre los contactos de la familia, después entre amigos y los medios locales.

El protocolo de denuncia ante la FGE se cumplió y el 7 de febrero se emitió una pesquisa correspondiente.

Su búsqueda fue infructuosa. Nadie la encontró viva.

La tarde del 8 de febrero, un vecino de la colonia El Tecolote se comunicó al número de emergencias 911, el cual reportaba que en un basurero clandestino estaba un cadáver envuelto en bolsas de plástico para basura.

Vestía una bata de dormir color verde y se le veían una pantunflas, color negro. Las piernas las tenía atadas con una cuerda de color amarillo y las manos atadas por la espalda con una blusa de color rosa.

Dos horas después se supo que la víctima era Marbella. Se especuló que había sido raptada, pero la fiscalía ni otra autoridad lo confirmaron.

Las primeras investigaciones revelan que un día antes, la empleada y estudiante de Derecho se comunicó por teléfono con dos hombres, uno era su novio identificado como Jesús Ignacio, propietario de un vehículo que presta el servicio de UBER.

La otra persona es Juan P, se decía ser policía de una corporación en Tijuana. De acuerdo a la hermana de Marbella, ese hombre la hostigaba y es quien temia le hiciera daño, según declaró a las autoridades.

En la misma indagatoria se logró establecer que la universitaria es hermana de José Antonio Valdez Villareal, “El Mazapán”, un peligroso asaltante de la colonia 10 de Mayo; capturado y en prisión desde 2019 por intentar matar a balazos a una persona.

LA QUEMAN JUNTO CON SU NOVIO

El pasado 5 de febrero, reportaron a los bomberos que alguien quemaba llantas en la avenida Tehuacán esquina con calle Galeana de la colonia Ejido Francisco Villa, ubicada al Este de la fronteriza Tijuana.

Eran las nueve de la noche cuando llegaron los bomberos a sofocar las llamas y al remover los escombros, descubrieron dos cadáveres.

Ya más tarde, personal de Servicios Periciales de la FGE determinó eran un hombre y una mujer.

Mientras esos cadáveres estaban en la morgue, en redes sociales y periódicos, la Fiscalía de Personas Desaparecidas y No Localizadas pedía la ayuda de la comunidad para dar con el paradero de Maritza Karina López Pérez, de 21 años de edad.

Su papá contó que el pasado 25 de enero, su hija salió de la casa de su abuelita en la colonia Patria Nueva y ya no volvió.

“Ningún familiar acudió para identificar alguno de los cuerpos ni para realizar muestra de genética”, informó en un comunicado la Fiscalía.

Familiares de la joven acudieron el miércoles pasado al Servicio Médico Forense, en donde identificaron que uno de los cuerpos calcinados era el de Maritza Karina.

Por eso la Fiscalía en Delitos contra las Mujeres por Razón de Género inició una carpeta de investigación.

Un anónimo contó que la chica consumía drogas con su novio en la colonia Murúa, y era él quién tenía problemas con vendedores de estupefacientes. Según la versión, el otro cuerpo encontrado es el del novio.