Extorsión, secuestro y amenazas a expropietario del bar Adelita

Reportaje Plural.mx

Tijuana BC 28 de febrero de 2025.-A través de una carta dirigida a Omar García Harfuch, Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, el expropietario del bar Adelita expone ante la opinión pública, una serie de amenazas, extorsión y secuestro que ha sido víctima en los últimos años por parte sus sobrinos, quienes son hijos del que en vida fue su socio por más de cinco décadas y su hermana.

En la misiva a la que este medio de comunicación tuvo acceso y que fue entregada con una copia de la credencial del INE a nombre del señor Juvenal Jiménez Loza, un jalisciense que llegó a Tijuana en la década de los sesentas en compañía de su hermana María Guadalupe Jiménez Loza y el esposo de esta Juan Daniel Álvarez Gutiérrez, relata lo que para él son injusticias y tráfico de influencias de sus sobrinos por querer despojarlo de sus propiedades que compartía en sociedad con su cuñado Juan Daniel Álvarez Gutiérrez, fallecido en septiembre de 2017.

Juvenal Jiménez Loza de 73 años de edad, revela en su escrito que sus sobrinos de nombre Ricardo, Gerardo, María Isabel y Juana María, todos de apellido Álvarez Jiménez, se han valido de la relación con el Fiscal General de la República (FGR) Alejandro Gertz Manero y de Felipe de Jesús Muñoz Vázquez, ex procurador de Justicia de Aguascalientes y ex titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), para fabricar delitos federales en su contra y frenar denuncias que el mismo Jiménez Loza y familiares han interpuesto en contra de los hermanos Álvarez Jiménez, tanto en el estado de Aguascalientes, Sonora y Baja California.

La relación con estos personajes de alto nivel federal de la familia Álvarez Jiménez, proviene de la amistad y sociedad de Ricardo en un viñedo con el exgobernador de Aguascalientes Carlos Lozano de la Torre, quien tuvo como procurador de justicia, precisamente a Felipe de Jesús Muñoz Vázquez.

El propio Ricardo Álvarez Jiménez se ha encargado de divulgar a través de sus redes sociales, esas relaciones de amistad con otros personajes de la vida política actual, como es el presidente de la Junta de Coordinación Política y coordinador del grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal Ávila.

En el escrito de cinco cuartillas que fue enviado también a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, Juvenal Jiménez Loza le dice a García Harfuch que se dirige a él porque cree firmemente que la única forma para acabar con las injusticias, más cuando están involucrados funcionarios de primer nivel, es alzando la voz, ya que por años se ha visto perseguido por la Fiscalía General de la República (FGR) y su titular Alejandro Gertz Manero, en contubernio con los hermanos Ricardo y Gerardo Álvarez Jiménez, quienes secuestraron a su propia madre, con tal de despojarlo de las empresas que construyó desde cero junto a su cuñado Juan Daniel Álvarez Gutiérrez.

“Son más de seis años de vivir en incertidumbre, víctima de una campaña de desprestigio que ha buscado despojarme de mi calidad moral y de una persecución por parte de la FGR que me ha impedido vivir en paz. No le mentiré, señor secretario, temo por mi vida y la de mi familia”.

Precisa:

“Por ello, recurro a usted, confiando en que su investidura y su calidad como persona, de lo cual ha quedado constancia en estos meses al frente de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, con operativos que han logrado la captura de funcionarios involucrados en corrupción y delincuencia organizada, pondrán freno a las amenazas y los ataques que he sufrido por parte de mis propios sobrinos, los hermanos Ricardo Álvarez Jiménez y Gerardo Álvarez Jiménez, quienes aseguran que las denuncias que presenté en su contra simplemente no avanzarán, pues cuentan con la protección tanto del propio fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, como de Felipe de Jesús Muñoz Vázquez, ex procurador de Justicia de Aguascalientes y ex titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO)”.

“En 2017, tras la muerte de mi cuñado, Juan Daniel Álvarez Gutiérrez, co-fundador de la empresa Rigeisa de Tijuana, lo que debió ser un momento de duelo en nuestra familia, se convirtió en una lucha sin escrúpulos por parte de sus hijos, Gerardo Álvarez Jiménez, Ricardo Álvarez Jiménez, María Isabel Álvarez Jiménez y Juana María del Carmen Álvarez Jiménez, para adueñarse de los negocios que con tanto esfuerzo construimos su padre y yo.

“Ante esta situación, Ricardo Álvarez Jiménez, con ayuda de sus hermanas María Isabel y Juana María del Carmen, secuestraron a su madre, al trasladarla con engaños de Aguascalientes a Baja California, para mantenerla privada de su libertad en una residencia, vigilada las 24 horas del día y, de esta forma, darle la noticia de que su esposo había muerto.

“Después la obligaron a firmar un poder notarial para que cediera el 25% de sus acciones a Gerardo Álvarez Jiménez, quien además fue nombrado administrador único de las acciones de sus hermanos, alcanzando así el 50% de las acciones”.

El señor Juvenal Jiménez Loza sigue relatando que son más de seis años de vivir en incertidumbre, víctima de una campaña de desprestigio que ha buscado despojarlo de su calidad moral y de una persecución por parte de la FGR que me ha impedido vivir en paz. “No le mentiré, señor secretario, temo por mi vida y la de mi familia”.

“Por ello, recurro a usted, confiando en que su investidura y su calidad como persona, de lo cual ha quedado constancia en estos meses al frente de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, con operativos que han logrado la captura de funcionarios involucrados en corrupción y delincuencia organizada, pondrán freno a las amenazas y los ataques que he sufrido por parte de mis propios sobrinos, los hermanos Gerardo Álvarez Jiménez y Ricardo Álvarez Jiménez, quienes aseguran que las denuncias que presente en su contra simplemente no avanzarán, pues cuentan con la protección tanto del propio fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, como de Felipe de Jesús Muñoz Vázquez, ex procurador de Justicia de Aguascalientes y ex titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO)”.

La misiva continúa:

“Al enterarme de estos hechos, preocupado por la seguridad y la integridad de mi hermana, quien denunció penalmente los hechos ante la Fiscalía General de Aguascalientes y los ratificó en la Fiscalía General de Baja California, decidí apoyarla, pese a que me costó la embestida por parte de mis propios sobrinos, quienes me extorsionaron para despojarme de mis negocios y propiedades.

“Al no ceder a sus presiones, las cuales incluyeron diversas amenazas contra mi persona, las acciones de los hermanos Ricardo y Gerardo Álvarez Jiménez, con apoyo de sus hermanas María Isabel y Juana María del Carmen, escalaron no sólo en gravedad, sino que por medio de sobornos influyentismo y compadrazgos, me fabricaron una serie de delitos, por lo que he dedicado los últimos años a defenderme, pero del que estoy consciente, hay detrás una implacable maquinaria por parte de la FGR que no descansarán hasta despojarme de todo.

“Las primeras denuncias penales que interpuse datan de 2019, cuando plasmé cómo extorsionado y amenazado con armas de fuego por parte de los hermanos Ricardo y Gerardo Álvarez Jiménez. Cuando pensé que al formalizar mi denuncia, encontraría un apoyo de la Fiscalía, ocurrió lo contrario.

“Esas amenazas que me advertían que las relaciones de amistad y de complicidad entre los hermanos Ricardo y Gerardo Álvarez Jiménez con el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero y su círculo cercano, tanto de funcionarios como de ex funcionarios, cobraron vida.

“En ese contexto de persecución, ha sido muy evidente la intervención de ex procurador de Justicia de Aguascalientes Felipe de Jesús Muñoz Vázquez, de quien se conoce de manera pública su relación con el Fiscal Gertz Manero, utilizando a la institución de manera fáctica, ordenando carpetas de investigación, cateos y otros actos de intimidación a favor de los hermanos Ricardo y Gerardo Álvarez Jiménez.

Juvenal Jiménez Loza relata también en su escrito dirigido Omar García Harfuch:

“Se me han fabricado una serie de delitos que me han llevado a defender mi libertad y mi inocencia ante diversos tribunales, en diversos estados, con un desgaste tanto en mi salud física como moral y, por supuesto, en mi economía. En carne propia, he comprendido que es mucho más difícil mantenerse en lucha cuando la propia autoridad encargada de procurar justicia, la FGR, está en tu contra.

“Aun así, no me arrepiento de haber defendido a mi hermana, de no haberme sometido a la coerción de los hermanos Ricardo y Gerardo Álvarez Jiménez para despojarme de mi patrimonio, que finalmente es el patrimonio de mi familia, y de denunciar como lo he hecho estos actos de los que he sido víctima.

A través de otros medios de comunicación, tanto nacionales como regionales que han dado cuenta de este entramado familiar en perjuicio de Juvenal Jiménez Loza, quedó documentado que a raíz del secuestro en octubre de 2017 de la señora María Guadalupe Jiménez Loza por parte de sus propios hijos, se tomó la decisión corporativa de vender en 2021 la empresa Rigeisa de Tijuana S.A., compañía que administraba el Bar Adelita, Hotel Coahuila y Bar La Valentina, todos ubicados en la Zona Norte.

“También quiero manifestarle que desde antes del fallecimiento de mi cuñado, yo me mantenía alejado de las operaciones de los negocios que compartíamos y que lastimosamente, desde que los hermanos Ricardo y Gerardo Álvarez Jiménez tomaron posesión de él, se convirtió en un sitio de prostitución, del cual no tengo ningún interés de formar parte ni de participar en él.

“Ahora, no conformes con arrebatarme la empresa que levanté junto a su padre, Ricardo, Gerardo, María Isabel y Juana María del Carmen Álvarez Jiménez, buscan despojarme de mis propiedades.

Concluye:

“Por eso, señor Secretario, recurro a usted, con la creencia firme de que al conocer mi caso, podrá llevar a los responsables a la justicia, la misma que han evadido durante más de siete años con ayuda de Ministerios Públicos, Fiscales Generales, Jueces y más.

“Responsabilizo a los hermanos Ricardo, Gerardo, María Isabel y Juana María del Carmen Álvarez Jiménez de lo que pueda ocurrirme a mí, a mis hijos, a mis nietos y al resto de mi familia, pues me preocupan las represalias que puedan tomar, pero más grande que mi temor es mi confianza en que existen funcionarios en México que siguen los principios dictados por la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, de erradicar, desde la raíz, la corrupción”.