18 de diciembre de 2024

Ciudad de México (Agencias) 7 de noviembre de 2014.- Tres detenidos confesaron haber detenido y matado a los 43 normalistas desaparecidos el pasado 26 de septiembre, informó este viernes el procurador general de México, Jesús Murillo Karam.

Según el procurador, integrantes del grupo delictivo «Guerreros Unidos» quemaron a normalistas en un basurero de la localidad de Cocula. Policías de Iguala y Cocula habrían entregado a los normalistas a miembros de este cártel, que opera en Guerrero.

“Los privaron de la vida y los arrojaron en el basurero, quemaron sus restos”, dijo Murillo Karam.

«El fuego con el que quemaron restos de normalistas duró de la medianoche a las 14:00 horas» del día siguiente, según testimonios citados por el procurador.

«Es triste presentar estas imágenes, es una obligación ante la sociedad verdaderamente ofendida, pero el hecho de presentarlas implica una llamada a encontrar las fórmulas para que esto que no se debió dar, no se debe repetir», agregó después de mostrar videos de los testimonios de los detenidos.

Según Murillo Karam, hasta que no se acumulen «las formas de identificación que puedan darse» y se investigue a fondo, no se podrá determinar que los restos encontrados corresponden a los estudiantes desaparecidos. «Hay muchos indicios… que nos podrían indicar que son, pero la obligación de la autoridad que tiene como función la clara identificación de las cosas nos obliga a mantener la investigación hasta que tengamos una plenitud total».

El anuncio de Murillo Karam se dio horas después de que el funcionario se encontrara en privado con familiares de los estudiantes, una reunión que describió como «dolorosa, tranquila, muy respetuosa y, para mí, muy triste».

La información se da a conocer cuando se cumplen 43 días de la desaparición de los jóvenes, un caso que ha cimbrado a México y captado la atención de la comunidad internacional.

Los jóvenes fueron atacados por policías municipales de Iguala el 26 de septiembre, un asalto en el que murieron tres normalistas y otras tres personas, en tanto que 43 fueron secuestradas.

José Luis Abarca, entonces alcalde de Iguala, y su esposa, María de los Ángeles Pineda —quienes se dieron a la fuga el 30 de septiembre—, fueron señalados en las investigaciones como responsables de dar la orden del ataque, y este miércoles se anunció su captura por parte de autoridades federales.

Sobre Abarca, informó el procurador, “está consignado por el delito de homicidio cometido antes y delincuencia organizada”.

Sin embargo, los testigos señalan que «él dio la orden, hay una serie más de evidencias, testimonios que lo involucran claramente como autor».

Sobre la esposa, María de los Ángeles Pineda, «hay un avance (sobre su participación) pero como está en un periodo de arraigo estamos trabajando para poderlo consolidar», agregó Murillo Karam.