21 de noviembre de 2024
Pero lo más importante: hasta ahorita, todo parece indicar que trabajo mata grilla y guerra sucia, si, pero también es seguro que la violencia de la campaña de lodo va a subir de intensidad y hedor, a partir de esta encuesta.

@CésarMoroyoqui

La encuentra publicada este lunes por Plural.MX que coloca al delegado único federal, Jesús Alejandro Ruiz Uribe, en una destacada posición rumbo a la elección constitucional del 2021, muestra y demuestra.

No son precisamente las campañas negras la que hacen candidatos ni en lo interno ni en lo externo. Esa podría ser una primera lección.
Entre 13 aspirantes, Ruiz Uribe acapara en esta fotografía instantánea de Lauro Ortiz, un 12 por ciento del ánimo público (tercera posición), apenas superado por Jorge Hank con 16 puntos y 14 de Marina del Pilar Ávila.

Son orígenes y maquinarias distintas. Jorge Hank tiene años en el ánimo de la gente porque nunca ha sido gobernador. Cuando fue alcalde no gobernó, sino que se dedicó ardua y abiertamente a crear las bases de una candidatura a gobernador. La gente lo sigue esperando, por lo que usted guste y mande.

Como se ve, hay desencanto causado por MORENA. Hank Rhon, sin más “virtudes” que los casinos y el apellido, está en las encuestas, y en qué posición. Segunda lección, si vamos de acuerdo.

Marina del Pilar Ávila, sin mayores luces que ser la primera mujer presidiendo la Comuna de Mexicali, avanza en las expectativas de gente. Curiosamente nadie la ha tocado ni con el pétalo de un análisis político. Ni su inexperiencia, incompetencia ni su relación conyugal con el negociador fracasado de reformas a la Constitución local, Carlos Torres, ha sido motivo de campaña ni limpia ni sucia. Tercera lección.

La cuarta lección y más importante para este análisis es la que abona Jesús Alejandro Ruiz Uribe. Prácticamente sin trabajo político-electoral, supera holgadamente en la externa a Arturo González Cruz (alcalde) y a Mario Escobedo (secretario), dos significativos competidores. Uno impulsado por si mismo (Arturo González) y otro arropado por el gobernador Jaime Bonilla como un proyecto que trascienda sus dos años de gobierno (que ya se agotan, por cierto).

En la competencia interna, de nuevo aparecen los tres: María del Pilar Ávila, Jesús Alejandro Ruiz Uribe y Arturo González.

Pero lo más importante: hasta ahorita, todo parece indicar que trabajo mata grilla y guerra sucia, si, pero también es seguro que la violencia de la campaña de lodo va a subir de intensidad y hedor, a partir de esta encuesta. La sociedad se tiene que preparar para lo que viene: una guerra sin cuartel a la que algunos responderán con ingenio y buen humor estas indeseables pero usuales prácticas de una elección. Esta última lección, la cuarta, tiene un valor político de oro puro.

La disyuntiva para algunos será: ¿seguimos con trabajo institucional que deja dividendos en las encuestas o nos abrimos a la membresía y a la sociedad como francos aspirantes a una candidatura? Esa es la cuestión que se debe poner sobre la mesa.