Mexicali BC 20 de junio de 2024.-El consumo de sustancias nocivas ha estado presente en la historia de la humanidad durante miles de años, pero en los últimos tiempos, la exposición a nuevas sustancias, incluidas las de origen sintético, ha aumentado significativamente incrementando los riesgos para los adolescentes, lo que representa una preocupación importante debido a las graves consecuencias para su salud física y mental, así como su impacto negativo en su desarrollo y futuro.
La Psicóloga Cristina Pasos, docente de la Escuela de Psicología de CETYS Universidad Campus Mexicali, expresó su preocupación por esta tendencia, destacando especialmente los peligros del consumo de opioides sintéticos, que pueden ser hasta 100 veces más potentes que la morfina.
El informe mundial sobre el consumo de dichas sustancias de 2023 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señaló que esta situación ha contribuido a los elevados niveles de sobredosis en los consumidores, que en 2021 derivaron en 90 mil decesos.
La experta enfatizó los peligros asociados a las sobredosis, que pueden provocar daños cerebrales permanentes e incluso la muerte. A pesar de estos riesgos, las sustancias nocivas para la salud de origen sintético siguen siendo atractivas para algunos usuarios debido a sus efectos sedativos, lo que puede llevar a una dependencia física y a desarrollar síntomas de abstinencia problemáticos.
Para reducir el riesgo de consumo en poblaciones vulnerables, como pueden ser los adolescentes, la Psicóloga Pasos propone las siguientes estrategias:
- Generar lazos sólidos entre padres e hijos para crear un entorno de apoyo y confianza.
- Establecer una rutina colaborativa en casa con el adolescente: las actividades y responsabilidades en casa, permiten el desarrollo de un sentido de autosuficiencia y pertenencia al hogar.
- Establecer una supervisión consistente para detectar y abordar posibles problemas a tiempo: con esto me refiero a no dar las cosas por hecho, si bien el joven tiene su propia autonomía, detenernos a preguntar ¿Qué pasa? Si notamos cambios en la rutina, o un constante incumplimiento de sus responsabilidades puede ser la diferencia en dejar pasar una situación ‘’menor’’ a que se transforme en algo ‘’grave’’ .
- Priorizar la resolución de problemas y la tolerancia a la frustración para fortalecer la resiliencia de los jóvenes: Hay una búsqueda constante en el bienestar de los que queremos, esto es natural y esperable, sin embargo, el acompañar al adolescente cuando las cosas no salen como espera, mostrarles que la frustración también tiene una función y que en algunos casos hay otras opciones de solución, le ayuda a fortalecerse y le aporta criterio para decidir.
- Mantener una comunicación clara y asertiva para fomentar un diálogo abierto sobre los peligros de las sustancias nocivas: El tema de las sustancias adictivas en algunas ocasiones genera alarmas en los adultos que son consistentes del impacto que tienen estas en la vida de las personas, sin embargo, si el adolescente intenta hablar de esto, es imprescindible, que mantengamos la calma, escuchemos con atención qué es lo que está comentando al respecto y hagamos preguntas sobre lo que comenta. Adelantarnos a establecer porque está ‘’bien’’ o ‘’mal’’ lo que dice, podría bloquear la comunicación con el adolescente.
Además, invitó a que sí se sospecha que algún familiar o joven tiene problemas de consumo, se busque ayuda especializada de inmediato para maximizar las posibilidades de recuperación, tanto para la persona que consume como para la red de apoyo que le acompañe
“Prepararse para reducir el riesgo de consumo de sustancias en adolescentes requiere una combinación de comunicación, educación, vigilancia y apoyo. Al estar atentos y tomar medidas preventivas, se puede ayudar a los adolescentes a tomar decisiones saludables y seguras”, comentó.
Finalmente, la experta enfatizó la necesidad de abordar el consumo de sustancias en adolescentes con soluciones preventivas y de intervención temprana para proteger su salud física y mental.