ColumnadeelAngel – Otra tragedia “como Anillo al Dedo”

El atentado contra el Secretario de Seguridad Pública de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, representa un ataque a uno de los cuerpos de seguridad del país, con mayor cantidad de elementos activos, solo por debajo del ejército mexicano y la Guardia Nacional.

El fallido intento por acabar con la vida del funcionario policíaco, deja más dudas que confirmaciones, con el verdadero objetivo de los delincuentes que utilizaron armamento de alto poder.

Para algunos expertos, fue un operativo, estratégica y tácticamente bien organizado por el tiempo y los puntos que se cubrieron en el recorrido del funcionario; el terminar el “trabajo” con éxito para los fines del grupo criminal no fue posible por dos factores: la capacidad de reacción del cuerpo de seguridad que trasladaba a Garcia Harfuch y por el blindaje nivel 7 con el que contaba la unidad tipo Suburban.

El uso de armas tipo Barret (calibre 50) y lanza granadas supone un desenlace funesto para el objetivo del ataque; aunque dos custodios y una víctima colateral, no contaron con la misma suerte, pero disparar de diferentes flancos en una zona arbolada, con amplios camellones y el tráfico de las seis de la mañana en un fin de semana de la capital mexicana, fueron factores para que los agresores no lograran su objetivo.

Peritos en balística recogieron cientos de casquillos deflagrados; encontraron cinco evidencias de que los rifles Barret fueron detonados, pero dadas las condiciones del ataque y la distancia en la que el redilas abrió las puertas para interrumpir el paso del convoy oficial, los “calibres cincuenta” no fueron letales; en 15 metros un proyectil anti blindajes se desintegra, no así en su máxima distancia de alcance que se estima etre 1200 y 1800 metros.

De igual forma los rifles lanza- granadas son efectivos entre 60 y 80 metros, por lo que la vida del Secretario de Seguridad se mantuvo intacta; siguiendo los protocolos de seguridad, que sin duda, acató y un equipo profesional de guardias con la que cuenta el funcionario por lo menos en la última década.

Catorce detenidos, entre ellos el autor intelectual, supone una rápida reacción de los cuerpos policíacos que asistieron al apoyo, a pesar de contar con aparatos inhibidores de señales, con los que los perpetradores pretendían evitar se pidiera auxilio vía telefónica.

El señalar directamente a un grupo de incitadores de violencia en el país, con el CJNG representa que hubo amenazas previas derivadas de las detenciones de sus asociados en la Ciudad de México, aunado a la publicación de nombres, grupos y zonas de acción de diversas bandas de delincuentes un dia antes, por el Secretario de Seguridad del país, Alfonso Durazo.

A Garcia Harfuch le espera una gira de entrevistas que lo pondrán en el reflector público como un mensaje claro a los delincuentes desde una policía preparada, profesional y comprometida (como lo expreso la Scheimbaum) pero en el oportunismo político del presiente Andrés López, seguramente el atentado cayó como “anillo al dedo” y ya encontró sucesor de Durazo -quien está denunciado por las contradicciones en el culiacanazo de 2019- pero que a pesar de su trabajo de ornato (florero) pretende ser gobernador de su natal Sonora y deberá dejar el cargo en los próximos meses.

Omar Garcia Harfuch es  hijo de la actriz mexicana María Sorté y  del político priísta Javier García Paniagua (fallecido en 1994), cuyo último cargo público fue la dirección de la Lotería Nacional en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, uno de los principales”nahuales” de la Cuarta Transformación.

Vamos a ver si López Obrador, decide integrar a su gabinete de seguridad nacional al nieto del General Marcelino García Barragán, quien fuera uno de los protagonistas de la Revolución Mexicana pero también comandó a los militares en la Matanza de Tlatelolco el 2 de octubre de 1968.

El autor es comunicador Tijuanense.

Twitter @Angelgc77